“Duarte: Desafíos de las y los jóvenes del siglo XXI”

Ayer lunes 4 de febrero de 2019 el Centro Cultural Poveda realizó la reflexión Duarte: desafío de las y los jóvenes en el siglo XXI, acompañadas y acompañados por Alfonso Torres Ulloa, historiador apasionado con la personalidad de Duarte. Se contó con la participación de estudiantes del centro educativo Mauricio Báez, personal del Centro Poveda, representantes de la Regional Educativa 10, centro educativo Madre Asunción, Casa de la Juventud, y del Instituto Superior de Estudios Educativos Pedro Poveda (ISESP).

Al inicio, Marcia Frías compartió el propósito del encuentro y se entregó la letra de la canción: ¡Qué viva la juventud!, letra y música de Rafael Álvarez, de la producción musical sobre la Propuesta Socioeducativa del Centro Cultural Poveda, motivó a compartir qué frase, o estrofa les interpeló, cuál les llamó la atención, hubo una participación entusiasta, algunas de las reflexiones que socializaron fueron: la igualdad de la mujer, la inclusión, somos diferentes y eso nos enriquece, que otro mundo es posible, las y los jóvenes concientizarse y no dejarse llevar por las amistades y las demás personas, los antivalores que se venden en nuestra sociedad, hay que buscar respuestas colectivas. Al finalizar este momento se dejó con la interrogante: ¿Y yo que tengo de ese joven (Duarte)?

Finalizado este primer momento, Alfonso Torres, inició su intervención destacando que Juan Pablo Duarte fue un niño precoz, fue el primer educador crítico de la República, pues a los 19 años, a su retorno de Europa, su principal compromiso fue enseñar a los jóvenes de su época, construyendo el pensamiento de libertad del que se había nutrido. Otro aspecto importante destacado por Torres Ulloa fue presentar la Sociedad Secreta La Trinitaria, fue el primer partido político militar de liberación nacional del país, constituyéndose en una plataforma política para el nacimiento de la República Dominicana, siendo Duarte el guía, quien tenía claro el proyecto.

Señaló que Duarte escribe en 1838, con 25 años, “la juventud, palanca del cambio, fuerza transformadora” y que en su proyecto de constitución reconoce la diversidad de credos salvo que ofendan la moral pública, resalta a Duarte como abanderado de la justicia, fue acentuando lo que se conoce como el debido proceso, abogó por la inamovilidad de los jueces, él lo manifestó en 1844 y que se habló de esto en el país hasta 1994, ciento cincuenta años después y afirmó que donde la justicia no funciona no puede haber democracia. También aseveró que Duarte es un ejemplo de transparencia y rendición de cuentas del uso de los fondos del Estado; no gastó un peso sin justificar y nada era para cuestiones propias, sólo las del proyecto patrio.

El expositor expresó que Duarte como persona es inigualable en virtudes, fue constante, actualmente estuviera encabezando la lucha de muchos movimientos, no buscaba reconocimiento, y tuvo un desprendimiento absoluto de bienes materiales, lo que destacó en él el amor al trabajo, no fue un político ambicioso y no se compara con los demás próceres de América Latina en virtud y pureza.

Propuso la idea que la juventud debe estudiar el pensamiento, obra y acción de Juan Pablo Duarte, pues la manera de que el cambio implica el encuentro con los orígenes de la patria, que se vea a Duarte siempre joven y no como un anciano. Finalmente, destacó Ulloa, que Duarte tiene vigencia hoy, es hoy, de mañana y siempre, no hay que dejarlo morir, encarna los valores esenciales de la humanidad, dedicación a servir al prójimo, y a la patria.

Desde los aportes de las personas, motivadas por Vladimir Cruz, se señalaron entre los principales desafíos:

Promover a Juan Pablo Duarte como joven referente ético y ciudadano a toda la sociedad, principalmente a la población juvenil.

Hacer énfasis en el proyecto patriótico propuesto por Juan Pablo Duarte, más allá de la separación intervencionista, como queda asentado en el Juramento Trinitario: “juro y prometo…cooperar con mi persona, vida y bienes a la separación definitiva del gobierno haitiano y a implantar una república libre y soberana e independiente de toda dominación extranjera”

Promover en las nuevas generaciones el amor a la patria organizándonos para defender los diferentes espacios en lo que la misma puede verse afectada: en el cuidado del medioambiente, en la transparencia del uso de los fondos públicos, en la democracia participativa, entre otros…